Imagen: The Royal Swedish Academy of Sciences
Por: María Eugenia García y Jesús Martínez
Caracas, 02 de noviembre de 2020
El pasado 12 de octubre la Real Academia de las Ciencias de Suecia anunció que los estadounidenses Paul Milgrom y Robert Wilson fueron los galardonados de este año con el Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel, mejor conocido como Premio Nobel de Economía «por sus mejoras en la teoría de las subastas e invenciones de nuevos formatos de subastas». El Banco de Suecia entrega este premio desde 1968 para premiar la trayectoria y aportes de destacados economistas de todo el mundo, si bien hasta la fecha, el galardón ha sido arrolladoramente dominado por economistas de nacionalidad estadounidense.
¿Has escuchado alguna vez sobre las subastas? Quizá en alguna película hayas visto a personas con mucho dinero dando millones de dólares por una pintura original de Picasso o de Van Gogh ¿pero tiene eso algún impacto o beneficio en el resto de nosotros? ¿Debería importarnos conocer sobre este tema? Tal como señala la Real Academia de Ciencias “Milgrom y Wilson, han estudiado cómo funcionan las subastas, pero además, han usado sus descubrimientos para diseñar nuevos formatos de subastas para bienes y servicios que son difíciles de vender en la forma tradicional, como las radiofrecuencias. Sus descubrimientos han beneficiado a compradores, vendedores y contribuyentes alrededor del mundo”. Así que la respuesta es sí a ambas preguntas y en las siguientes líneas aprenderemos un poco al respecto.
¿Qué es la teoría de las subastas?
En primer lugar, una subasta es una modalidad de venta al público que se caracteriza por vender bienes ofrecidos al mejor postor, es decir, al que mejor pague por ellos sin establecerse un valor determinado de cambio. Más formalmente, la subasta es un procedimiento de venta en el cual los agentes interesados compiten entre sí (ofreciendo cada vez una mayor cantidad de dinero) para adjudicarse un bien o servicio, siendo esto una alternativa a los mercados para determinar un precio de equilibrio. La subasta se realiza con el objetivo de maximizar las ganancias de la venta induciendo a que los compradores revelen la valoración que tienen del bien o servicio a ser subastado, pues los consumidores no manifiestan cuánto es lo máximo que están dispuestos a pagar por una mercancía con la esperanza de poder pagar un precio más reducido
De acuerdo con Alcalá Subastas (2019), el término subasta proviene del latín sub-asta, término que utilizaban los miembros del ejército romano para poner a la venta mercancías y los objetos que conseguían durante las incursiones que realizaban en la época. Los soldados delimitaban la tierra o señalaban los objetos a la venta clavando sus lanzas en el suelo, diferenciando así sus productos de aquellos de reventa. Quien ofreciera el mejor precio por los artículos colocados bajo la lanza era quien se los llevaba. Los orígenes de la subasta se remontan al antiguo Egipto y al Imperio Romano, donde se realizaban las subastas de personas para obtener esclavos. La primera casa de subastas se abrió en Estocolmo en 1674, y un siglo después, tras pasar la Revolución Francesa, es cuando se comienzan a popularizar.
Existen varios tipos de subastas, entre ellos destacan:
- Subasta ascendente: También es conocida como la subasta inglesa. Los compradores van ofreciendo sumas de dinero cada vez mayores hasta que al monto mayor se adjudica el bien. Quienes participan en la subasta reflexionan sobre los precios ofrecidos y deben decir si aumentan o no su oferta.
- Subasta descendente: También es conocida como la subasta holandesa. Se parte de un valor determinado que se va reduciendo progresivamente hasta que se decide parar la subasta. El bien se adjudica a quien haya ofrecido el precio final al momento de detener la subasta.
- Española: También es conocida como la subasta holandesa modificada. Se subastan varios bienes al mismo tiempo donde se reciben dos tipos de ofertas, las competitivas (se subasta a un precio determinado) y las no competitivas (aceptan cualquier precio final)
- De sobre cerrado a primer precio: Los participantes entregan su oferta en un sobre cerrado. Posteriormente, el organizador de la subasta abre los sobres y elige el mayor precio. Los participantes no pueden observar las ofertas de los demás, lo que les deja en el dilema de ofrecer un monto menor al máximo que están dispuestos a pagar, pero que a la vez no los deje fuera de la subasta.
- De sobre cerrado a segundo precio: En esta subasta, los participantes entregan su oferta en un sobre cerrado y se la adjudicará el segundo precio más alto. Nuevamente, los participantes no conocen las ofertas de los demás participantes, pero tienen más incentivos a revelar cuánto de verdad valoran el bien o servicio a ser subastado.
- Subasta de valor común: El valor del artículo será el mismo para cualquiera de los postores, pero estos no saben el valor en el momento de la subasta. Debido a que los participantes de la subasta estiman el valor con error, el que más sobreestime ese valor será el mejor postor.
- Subasta de valor privado: El valor que ofrece cada postor es el que precio que pagará si ganara la puja.
Ahora bien, la teoría de las subastas es una rama de la teoría de juegos que se dedica a estudiar a las subastas como una forma de interacción estratégica entre sus participantes, nos permite comprender el resultado de las subastas y lograr un diseño óptimo de acuerdo con los objetivos que se persigan. Fue mejorada por los galardonados Paul Milgrom y Robert Wilson, ambos economistas estadounidenses de 72 y 83 años, respectivamente, catedráticos de la Universidad de Standford. Milgrom se graduó con honores de la Universidad de Michigan y posteriormente cursó sus estudios de doctorado en la Universidad de Stanford, donde conoció a su asesor de tesis y posterior coautor, el profesor Wilson, quien a su vez, cursó sus estudios de pregrado y postgrado en la Universidad de Harvard. Milgrom ha realizado importantes contribuciones a varios campos de la economía. la teoría de subastas, la teoría de juegos, la economía de la información, la organización industrial y la teoría de las organizaciones, por su parte, Wilson es conocido por sus investigaciones y experticias en el diseño de los mercados, la organización industrial de la economía y la teoría del juego y sus aplicaciones
Aportes de los galardonados
Si bien la teoría no fue “descubierta” o fundada por ellos, sin lugar a dudas, tanto Robert Wilson como Paul Milgrom han sido los economistas que mayores aportes han realizado a la teoría de subastas. Usando este enfoque, los académicos estadounidenses intentaron entender los resultados de las diferentes reglas de subasta para crear nuevos formatos. El análisis no era sencillo puesto que los oferentes se comportan estratégicamente, basándose en la información disponible, y tomando en consideración tanto lo que saben, como lo que ellos creen que los otros saben de sí mismos y de sus competidores. Por estas razones, esta teoría también se encuentra íntimamente ligada a la llamada “teoría de juegos”.
La teoría de las subastas posee dos grandes vertientes. Una desarrollada por Robert Wilson y otra por Paul Milgrom. Wilson, primeramente, desarrolló durante los 60’s y 70’s la teoría de las subastas para objetos con un “valor común”, esto es, un valor que es incierto, pero que es el mismo para todos los participantes.
El economista demostró a través de sus investigaciones el porqué los postores racionales tienden a ofertar un valor menor a su mejor estimado del valor común, y esto es debido a que evitan caer en la llamada “maldición del ganador”, que ocurre cuando el ganador de una subasta termina ofreciendo mucho más de lo que vale el bien y termina de hecho perdiendo. Ejemplos de este tipo de subastas incluyen las radiofrecuencias o el volumen de minerales en un área particular. La lógica detrás de esto es que si el comprador espera revender el bien o derecho adquirido a un tercero, su beneficio disminuirá en la medida que pague un precio mayor al valor común.

Esto es negativo para una subasta de interés público, por ejemplo, ya que los oferentes serán más cautos al ofertar, lo cual generará que el precio final tienda a ser más bajo. Según Wilson, los problemas causados por esta distorsión son mayores cuando existe información asimétrica, ya que los que se encuentran en desventaja prefieren ofertar precios aún más bajos o abstenerse completamente de participar.
Los análisis de Milgrom incluyeron nuevos e importantes hallazgos sobre las subastas. Una de las grandes preocupaciones de esta teoría era saber cuál formato manejaba mejor el problema de la maldición del ganador. Milgrom concluyó que este es mayor en subastas de tipo holandesa que en las inglesas porque resulta en menores precios finales. El economista también complementó las ideas de su profesor con teorías sobre “valores privados”, es decir, cuando el valor percibido de algo difiere de un postor a otro. El análisis de las subastas con valores privados y comunes sería pues un complejo problema que terminaría resolviendo el propio Milgrom en 1980 formulando una teoría general que conjugaba ambos principios. Analizó las estrategias de oferta en diferentes formatos de subasta y demostró que un formato de subasta le dará al vendedor mayores ingresos esperados cuando los compradores se enteran de los valores estimados de cada uno de sus competidores antes y durante el proceso. Es decir, recomendó el sistema de pujas abiertas.
Milgrom y Wilson no solo se dedicaron a describir la teoría de subastas, también aportaron nuevos y mejores formatos de subastas para situaciones complejas en las cuales los métodos existentes no eran eficientes. El más conocido es probablemente el formato de subasta de múltiples rondas simultáneas o SMRA (Simultaneous Multiple Round Auction), el cual fue usado por primera vez en 1994 en los Estados Unidos para la venta de radiofrecuencias a operadores de telecomunicaciones. Este formato es sumamente interesante ya que permite aquello que se creía imposible: subastar de forma competitiva muchos bienes interrelacionados simultáneamente, en nombre de un vendedor motivado por ampliar el beneficio social en lugar de únicamente maximizar ingresos. Desde entonces, este formato se ha convertido en una práctica estándar, con más de 200.000 millones de dólares recaudados en todo el mundo, de acuerdo con la Real Academia de las Ciencias de Suecia.
Milgrom también es uno de los arquitectos del Combinatorial Clock Auction y el Incentive Auction ambasmodificaciones del SMRA para subastas más específicas dentro del campo del espectro radioeléctrico. Wilson, por su parte, ha contribuido al diseño del mercado eléctrico. Sus tarifas multidimensionales se usan en numerosos sistemas eléctricos de todo el mundo, y entre otras cosas han permitido financiar inversiones en nueva capacidad eléctrica y reducir los cortes de suministro a consumidores.
Los ejemplos anteriores son un claro ejemplo acerca de cómo la investigación teórica puede generar invenciones que beneficien a la sociedad. Lo resaltante de Wilson y Milgrom es que los mismos desarrolladores de la teoría también inventaron las aplicaciones prácticas.
Importancia de la teoría de las subastas
La teoría de las subastas no es un ente abstracto como algunos podrían pensar. Los trabajos de los galardonados no son únicamente teóricos, sino que han tenido un amplio impacto por su aplicación en los mercados y la economía. De hecho, las subastas están en todas partes. Las personas, en cuanto seres racionales, siempre han vendido sus cosas al mejor postor y las han comprado al que ofrezca la oferta más barata, lo cual es de por sí un tipo de subasta. Adicionalmente, la gente usa las subastas para comprar y vender artículos en sitios populares de internet como eBay. Buena parte de los ingresos de gigantes como Google provienen de subastas digitales. El valor del dólar proviene de multitud de pequeñas subastas.

En la actualidad, multitud de objetos se venden a sumas astronómicas en subastas no solo bienes, arte o antigüedades sino concesiones sobre reservas de minerales y energía. Compras públicas también pueden ser llevadas a cabo bajo esta modalidad. Los activos financieros y deuda pública se venden en subastas, lo que ha permitido a las arcas públicas recaudar sumas multimillonarias.
Es importante saber esto como ciudadanos y contribuyentes ya que desde la compañía de la basura a la de electricidad que operan en nuestras ciudades han participado en algún tipo de mecanismo similar. De hecho, mediante las subastas, los gobiernos han promovido la libre competencia y han sacado partido en los mercados eléctricos, de gas natural, electricidad o el petrolífero; y ha sido reconocido como beneficioso para compradores y vendedores de todo tipo de derechos como cuotas de pesca, franjas horarias de aterrizaje de aeronaves y derechos de emisión.
El sector telecomunicaciones en el cual se aplicó por primera vez el SMRA se ha visto especialmente influenciado. Los derechos de acceso al ancho de banda se venden en casi todo el mundo en subastas de espectro radioeléctrico. Por ello, cada vez que utilizamos un teléfono móvil, el ancho de banda utilizado para transmitir la información, ha sido organizado, y adjudicado, mediante los mecanismos diseñados por estos economistas galardonados con el Premio Nobel. Por si fuera poco, las subastas tienen también aplicaciones en el mercado laboral, contratos, economía industrial y de las organizaciones, e incluso a nivel medioambiental (con la subasta de los llamados “bonos verdes”).
En definitiva, las subastas nos afectan a todos en todos los niveles. Más allá de esto, es innegable que se están haciendo cada vez más y más complejas junto con el desarrollo de la tecnología y la interconexión de la economía. Son muchas las preguntas que deben ser abordadas y diseñadas específicamente para cada mercado, y que en la actualidad solo se pueden abordar utilizando complejos modelos computacionales. Por esta razón es resaltante la teoría de las subastas y los aportes de Wilson y Milgrom, ya que no solo clarificaron el cómo funcionan las subastas y cómo se comportan los participantes en ellas, sino que sus modelos permitieron diseñar nuevos formatos para la compraventa de bienes y servicios difíciles de transar al modo tradicional.
Referencias consultadas
Alcalá Subastas. (2019). Historia de las subastas. Recuperado de http://alcalasubastas.com/historia-de-las-subastas/
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Mochón, A y Sáez, Y. (2020). Un Nobel a las aportaciones a la teoría de las subastas. CincoDías. Recuperado de: https://cincodias.elpais.com/cincodias/2020/10/12/opinion/1602533885_801915.html
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The Royal Swedish Academy of Sciences. (2020). The quest for the perfect auction. Recuperado de: www.kva.se

