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Por: María Eugenia García
Caracas, 28 de abril de 2025
De un mundo bipolar a un mundo unipolar
En principio, a nivel geoeconómico, es importante comprender el paso del mundo bipolar al mundo unipolar. El mundo unipolar surgido a finales de la Segunda Guerra Mundial, fue precedido por el mundo bipolar, el cual estaba encabezado por Estados Unidos y la Unión Soviética. El mundo se dividió en dos bloques, el capitalista y el socialista. Anteriormente, al entender la economía en este punto, se hacía referencia al Sistema Capitalista Internacional y al Bloque Socialista, sin embargo, tras la caída del Muro de Berlín en 1989, se disipa la obstaculización que impone la Unión Soviética y permite el ascenso del bloque occidental, formando así lo que conocemos hoy en día como el Nuevo Orden Económico Mundial post-guerra.
El Nuevo Orden Económico Mundial
Cuando hablamos de Orden Económico Mundial, se hace referencia a el conjunto de países pertenecientes al G-7 ( Estados Unidos, Japón, Alemania, Inglaterra, Francia, Italia y Canadá) quienes asumen y concentran poder para ordenar o imponer políticas y estrategias a todos los países del mundo en beneficio de los más industrializados y de sus poderosas corporaciones transnacionales y multinacionales, que desde el siglo XX hasta el presente, representan el verdadero poder económico mundial que supera al poder de la gran mayoría de naciones.
Ahora bien, a nivel de política internacional, cuando Estados Unidos y la Unión Soviética se enfrentaron ideológicamente, las principales diferencias consistían, desde el punto de vista económico, en un modelo capitalista basado en el libre mercado, por parte de los Estados Unidos, y en una economía planificada y basada en la intervención estatal, por parte de la Unión Soviética.
La Guerra Fría: Un contexto de enfrentamientos ideológicos y militares
Para efectos de la comprensión de este tema tan interesante que el presente ensayo va a estudiar, es importante hacer un recuento histórico que lo soporte y le dé contexto. Para ello, nos vamos a remontar a la Guerra Fría. La Guerra Fría fue un conflicto político, social, económico, ideológico y militar que comenzó a finales de la Segunda Guerra Mundial y se mantuvo hasta 1991, liderado por Estados Unidos y Rusia, en otras palabras, por el Bloque Occidental (capitalismo) y el Bloque Oriental (socialismo).
Entre los aspectos más resaltantes a nivel militar de la Guerra Fría fue el surgimiento de la OTAN en 1949. Esta alianza militar fue creada por Estados Unidos con el objetivo de frenar la expansión e influencia soviética en Europa. Para garantizar su supervivencia, bajo el liderazgo de la URSS, se firma en 1955 el Pacto de Varsovia, en donde los países del bloque del Este buscan contrarrestar la amenaza de la OTAN. Ambas organizaciones se enfrentaron no bélica, sino ideológicamente, expandiendo fuerzas militares y aumentando el grado de integración en los respectivos bloques.
El auge del neoliberalismo
En aras de seguir entendiendo este contexto histórico, es importante también entender a su vez al neoliberalismo. Esta fue una doctrina que surgió a finales de 1970 y supone una actualización a los principios del liberalismo clásico. Se caracterizó principalmente por el rechazo al Estado de Bienestar por su incompatibilidad con el crecimiento económico y promovió la disminución de la participación del Estado en la economía, fomentando un libre mercado y una sociedad independiente.
El neoliberalismo supone una ruptura entre los intereses del trabajo y del capital sobre el beneficio común proporcionado por el Estado de Bienestar, principalmente debido a lo costoso que es lograr llevar a cabo el compromiso social y el pleno empleo. El capital no tiene patria, pero el neoliberalismo sí: Estados Unidos y Gran Bretaña, con las políticas neoliberales insertadas por Ronald Reagan y Margaret Thatcher, quienes fueron apoyados principalmente por los poderosos intereses capitalistas y el descontento de las clases medias ante la crisis del Estado de Bienestar. Este modelo fue adoptado por estos dirigentes posterior a haber sido efectuado en Chile con la dictadura de Augusto Pinochet.
Estas políticas adoptadas por Thatcher, Reagan y Pinochet no fueron del todo efectivas. Es por ello que se establece el Consenso de Washington, dogma que se aplicó en América Latina con resultados sociales catastróficos debido principalmente al descontento surgido tras la carencia del Estado de Bienestar y al descuido de la economía real tras orientar los esfuerzos únicamente en la financiarización de la economía. En ausencia de contrapesos, tras la caída del bloque soviético, y con la activa participación del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, las recetas neoliberales llegaron a convertirse en un pensamiento único, una ideología de la que parecía imposible escapar. El paradigma de la dictadura chilena fue adoptado por gobernantes civiles, como Carlos Salinas en México y Carlos Menem en Argentina, con consecuencias desastrosas para los mercados internos, los niveles de vida, las soberanías nacionales y los pactos sociales.
Consolidación de la hegemonía estadounidense
El Consenso de Washington fue un conjunto de 10 recomendaciones de política económica formuladas en 1989 por el economista inglés John Williamson, que tenían como objetivo orientar a los países en desarrollo inmersos en la crisis económica para que lograran salir de la misma. El Consenso de Washington estaba formado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), por el Banco Mundial y por el Tesoro de Estados Unidos, las tres instituciones con sede en Washington. Las recomendaciones pretendían conseguir aspectos como liberalizar el comercio exterior y el sistema financiero, reformar la intervención del Estado o atraer capital extranjero a los países.
Tras el Consenso de Washington, se alza el mundo unipolar, encabezado por Estados Unidos y su dominio mundial e influencia en Norteamérica, Latinoamérica y la Unión Europea. A pesar de que Estados Unidos es una nación que actualmente tiene un déficit fiscal de 2.5 MM de USD (11% del PIB), un déficit en balanza de pagos de 1.1 MM de USD (un 5,15% de su PIB) y es un país deudor de 29.5 MM de USD para 2021 (siendo los principales acreedores de la deuda Japón y China), con una proyección de ser equivalente al 98% al cierre del 2022. (Datos Macro, 2022) es un país hegemón.
Estados Unidos gozó de una posición hegemónica al no haber sido escenario de la guerra, ni haberse visto destruida sus ciudades y capacidades productivas, no sufrió recesión económica posguerra y tuvo un fuerte crecimiento en la población. Esta hegemonía se inicia desde principios del siglo XX, su intervención decisiva (a nivel financiera y militar) en las dos guerras mundiales lo demostró, y esto fue reafirmado nuevamente con los siguientes hechos: tras la pérdida de la hegemonía de Europa )parcialmente en el año 1918 y totalmente después del año 1945), después de la Guerra Fría y la caída del bloque soviético. Esta hegemonía estadounidense tiene tres aspectos importantes:
- Es la primera potencia económica mundial, a pesar de su dura competencia con potencias asiáticas y europeas
- Posee el ejército más poderoso, a nivel técnico y humano, con capacidad de intervenir estratégicamente desde cualquier punto del planeta.
- Culturalmente ha creado una industria difusora de los patrones de conducta del modo de vida estadounidense (cine, música, comida rápida).
Sin embargo, existe la latente posibilidad de un Orden Económico Multipolar, la economía moderna presenta interesantes protagonistas que han surgido recientemente, como China, India, Rusia, Brasil, etc, quienes compiten en el libre mercado, premiando la efectividad económica de cada nación. Esta dinámica se ha vuelto interesante y recientemente objeto de atención, pues a pesar de que Estados Unidos es una nación hegemónica que se ha resistido, su autoridad internacional está siendo amenazada con China a la cabeza, evento que supone un sistema multipolar, en donde el mundo se va a ver influenciado por tanto por el bloque occidental conformado por EEUU y Europa Occidental como por China y Rusia, y esta alianza no es casualidad, pues China, quien tiene poder económico, estratégicamente hace alianza con Rusia, quien tiene poder militar.
Nuevos conflictos económicos globales
Con esta realidad, varios aspectos económicos se han visto fuertemente impactados y se pueden dar fe de ellos a partir de guerras de diversa índole:
- Desde el punto de vista comercial, a pesar de que la OMC procura evitar este tipo de conflictos, gracias a la competencia del mercado han surgido tensiones que han derivado en situaciones complejas como la Guerra Comercial entre EEUU y China.
- En lo que respecta a la tecnología, existe una guerra tecnológica cuya característica principal es la tecnología móvil 5G, encabezada por la producción y distribución de los productos asiáticos a nivel mundial, hecho que representa un obstáculo a nivel de competitividad para los Estados Unidos.
- La guerra industrial, liderada por China principalmente, quien es considerado el taller del mundo y representa una potencia productiva amenazante.
- La guerra financiera, pues se hace cada vez más evidente el enfrentamiento de la Bolsa de Shanghai con la Bolsa de Valores de Nueva York.
- La guerra monetaria, la cual se profundizará a continuación teniendo como base la aparición de la aparición del petroyuan o yuan digital como actual antagonista al dólar americano.
El dólar ha recibido varios atentados, siendo el último de ellos el intento de implementar una divisa africana respaldada en oro, por Muamar el Gadafi, sin embargo, ninguno había hecho temblar a Estados Unidos hasta ahora. La desdolarización de las relaciones económicas internacionales en el sector real y en el sector financiero será inminente si China expande el uso y aceptación del petroyuan como medio de intercambio, y esto es muy probable, considerando que la nación asiática es el principal país importador de petróleo en el mundo.
El petroyuan es un yuan digital – anunciado por China en el 2017 e implementado desde marzo del 2018 en los contratos de futuros de petróleo – y respaldado por Rusia, para ser implementado como petro divisa, con el fin de desplazar al dólar americano (hegemónico desde 1970) como principal divisa en las transacciones de crudo. Es importante considerar el hecho de que, al ser China el principal importador de petróleo del mundo, con el petroyuan, países como Rusia, Irán y Venezuela, pueden esquivar las sanciones impuestas por los Estados Unidos y países como Arabia Saudita, principal productor de petróleo, evitarían verse presionados por la hegemonía del dólar.
Reflexiones finales: Multipolaridad y futuro global
Finalmente, es importante evaluar varios aspectos: en primer lugar, no hay que considerar en el margen de este contexto geopolítico únicamente a naciones, instituciones o bloques, pues también existen otros centros de poder influyentes: lobbies, ONG, comunidades, movimientos sociales y, sobre todo, las trasnacionales. La multipolaridad es asociada a un proceso de globalización y debe ser entendida como un fenómeno en permanente proceso de transformación, ejemplos de ellos han sido el Brexit para la Unión Europea, el terrorismo islámico para occidente o Rusia como nueva potencia emergente. A propósito de este último ejemplo, no debe confundirse esta alianza contrahegemónica de Rusia y China vs Estados Unidos, pues el verdadero antagonista de los Estados Unidos es Rusia, quien tiene la fuerza militar, pero debe verse apoyado y aliado con China, quien tiene poder tecnológico y económico, para enfrentarse finalmente con Estados Unidos.
Si realmente China, Rusia, o cualquiera de los países emergentes desplaza la economía de los Estados Unidos, las consecuencias no serían precisamente graves, sino sumamente diferentes. Sin embargo, si llegara a ser inminente este mundo multipolar, se fomentaría la construcción de instituciones independientes, confiables y reguladoras que permitan establecer las normas que regulen el comportamiento de la economía, de la política y de la sociedad del futuro.
Referencias bibliográficas
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