Imagen: El Nuevo Herald

Por: María Eugenia García y Jesús Martínez

Caracas, 23 de septiembre de 2024

Los puntos de vista aquí expresados son propiedad exclusiva del entrevistado y no necesariamente reflejan la opinión de Ceteris Paribus.

La literatura y las personas intelectuales son pilares fundamentales para el desarrollo de una sociedad. La literatura, como expresión del pensamiento y la creatividad, enriquece nuestra comprensión del mundo y nutre nuestra alma. Los intelectuales, a su vez, son los guardianes del conocimiento y la innovación, impulsando el avance científico, tecnológico y social. Ambos elementos se entrelazan de manera profunda con la economía, pues una población culta y creativa es más propensa a generar nuevas ideas, productos y servicios, fomentando así el crecimiento económico. Además, una sociedad con un alto nivel de educación y pensamiento crítico es más resiliente ante las crisis y es capaz de tomar decisiones informadas que benefician a todos.

Esto puede ser de especial interés ya que la relación entre la economía y los países con altos niveles de educación es estrecha y positiva. Un mayor nivel educativo en una población se correlaciona con un mejor desempeño económico a largo plazo. La educación es una inversión a largo plazo que beneficia tanto a los individuos como a la sociedad en su conjunto. Los países que priorizan la educación y fomentan la formación de capital humano suelen tener economías más dinámicas, innovadoras y resilientes, ejemplos de esto son los países nórdicos, Finlandia, Suecia, Noruega y Dinamarca son reconocidos por sus sistemas educativos de alta calidad y sus economías altamente desarrolladas. Estos países han invertido fuertemente en educación durante décadas, lo que ha generado una población altamente educada y una economía basada en el conocimiento.

La literatura, a menudo vista como un arte alejado de los números y las cifras, tiene un impacto más profundo en la economía de lo que podríamos imaginar. Ha servido como lienzo narrativo para expresar situaciones económicas del pasado o eventos económicos cotidianos que de otra manera, no hubiesen podido ser conocidos hoy en día. Ejemplo de esto es el libro “Rebelión en la granja” publicado en 1945 por George Orwell. Esta obra puede interpretarse como una crítica a la naturaleza humana y a los sistemas económicos y políticos que, a menudo, perpetúan las desigualdades y la injusticia. La novela nos invita a reflexionar sobre los peligros del poder absoluto, la importancia de la igualdad y la necesidad de estar siempre vigilantes ante las manipulaciones ideológicas.

Para conversar sobre todos estos temas tan interesantes, pero a la vez profundos y complejos. Hemos tenido el honor de conversar con el profesor Karl Krispin, escritor, ensayista y crítico venezolano conocido por su trabajo en literatura y cultura. El profesor Krispin es egresado de la Escuela de Letras de la Universidad Católica Andrés Bello, así como de la Maestría en Ciencias Políticas en Tulane University, en Nueva Orleans, Lousiana. 

Krispin ha escrito tanto ficción como no ficción, destacándose por su estilo erudito y reflexivo. Ha contribuido con artículos y ensayos en diversas publicaciones, y además, ha colaborado en medios impresos de Venezuela, entre los que destacan El Diario de Caracas, El Universal, El Nacional y publica en Zenda Libros y Prodavinci. Su trabajo a menudo explora temas relacionados con la historia, la filosofía y la crítica cultural, mientras que sus obras de ficción, que suelen estar impregnadas de referencias históricas y culturales, ofreciendo una mirada aguda y a veces irónica sobre la realidad venezolana y global. Entre sus novelas más reconocidas se encuentran Ve a comprar cigarrillos y desaparece (2020), La advertencia del ciudadano Norton (2010), Con la urbe al cuello (2005, 2006, 2012) y Viernes a eso de las nueve (1992). 

Además de su labor como escritor, ha sido reconocido por su conocimiento profundo de la literatura venezolana e internacional. Ha mantenido una presencia activa en el ámbito cultural de Venezuela, participando en eventos literarios y colaborando con medios de comunicación en la difusión de la cultura y el pensamiento crítico. Finalmente, también ha sido profesor de Historia en la Universidad Metropolitana de Caracas, secretario general del capítulo venezolano del Club de Roma, presidente de la Asociación Cultural Humboldt en Venezuela y miembro del Patronato y del Comité Ejecutivo del Centro Venezolano Americano (CVA).

Sin lugar a dudas, esta fue una conversación sumamente nutritiva de la mano de uno de los intelectuales venezolanos más importantes de la actualidad. Puedes disfrutar de la entrevista a través del siguiente link: