Imagen: La Opinión

Por: Carlos Ochoa Ruiz

Caracas, 30 de octubre de 2023

El presente artículo obtuvo el tercer lugar en el Concurso de Redacción de Artículos de Economía 2023, llevado a cabo por Ceteris Paribus en alianza con el Club de Finanzas de la UCV. Los puntos de vista aquí expresados son propiedad exclusiva del autor y no necesariamente reflejan la opinión de Ceteris Paribus.

En la dinámica social de los países, la pobreza, la desigualdad y la movilidad social, son categorías que determinan el grado de desarrollo de los países y su potencialidad en el crecimiento económico con bienestar de largo plazo para la población.

La pobreza

Es la condición humana caracterizada por la privación continua o crónica de los recursos monetarios que le permita cubrir la necesidad básica de alimentación.

Cuando América Latina redujo la pobreza 2004-2014, Venezuela estuvo por debajo del promedio. Sin embargo, 2015 fue el punto de inflexión iniciando el ciclo de recesión económica con la mayor tasa de pobreza de la región.

El empobrecimiento fue consecuencia de la recesión económica entre 2014-2021 y la incorporación de una alta y sostenida inflación definida como hiperinflación, que se registró en el periodo 2017-2021.  Esa  combinación,

denominada a su vez como Estanflación, redujo el ingreso nominal para luego la hiperinflación dejar sin poder adquisitivo a casi la totalidad de la población, sumida entre la pobreza y debajo de ese umbral conocida como pobreza extrema o indigencia.

El ciclo de estanflación finalizó en 2021, permitiendo una leve reducción de la pobreza total, aunque la pobreza extrema mostró resistencia a la baja.

Con el crecimiento económico de 2022, los indicadores mejoraron. Sin embargo, este año esa mejora pudiera revertirse por los resultados desfavorables en la economía e inflación. De acuerdo al Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) la economía se redujo en 7% en el primer semestre comparado con igual periodo 2022.

Mientras que en la evolución de la inflación, las cifras mensuales publicadas por el Banco Central de Venezuela (BCV), dan evidencia de la aceleración de la inflación hasta septiembre, proyectando una inflación para cierre del presente año muy superior al año 2022.

El impacto de la mayor inflación es importante medirlo por los grupos que conforman el índice de precios al consumidor por cuanto en el grupo Alimentos, el cual  conforma la canasta básica, registró un crecimiento acumulado de 146%  a septiembre comparado con la variación de 110% de igual periodo de 2022. Este grupo de productos tiene una mayor ponderación en el presupuesto familiar del estrato social más pobre y de la población que sus ingresos están limitados a salarios mínimos que están muy lejos de cubrir la necesidad básica de alimentación.

Las cifras del costo de la canasta de bienes y servicios publicadas por el Centro de Divulgación del Conocimiento Económico (CEDICE), evidencia su acelerado aumento, una drástica caída del poder adquisitivo de la población con salarios mínimos, y aún más los que no perciben remuneración.

La  desigualdad social

La desigualdad es la forma en que el ingreso del país se distribuye en la población. Su medición se realiza mediante el Índice de Gini. El Índice de Gini se mide en una escala de cero a uno, donde cero constituye la igualdad perfecta en la que todos tienen los mismos ingresos y uno equivale a la desigualdad máxima, en la que una sola persona acumula todos los ingresos. Un valor de 0,5 indica que la distribución de ingresos es igualitaria.

Venezuela fue uno de los países menos desigual de América Latina hasta 2012, cuando inició la tendencia al aumento de la desigualdad. De acuerdo a ENCOVI, el valor se elevó de 0,41 en 2014 a 0,66 en 2022. Las estimaciones colocan el índice de Gini nuevamente en alza este año, por su correlación con la pobreza que se prevé aumentará.

La movilidad social

La movilidad social es el cambio de estrato por las mejoras en las condiciones socio-económicas de las personas, asociadas a la  salud, educación, cultura, trabajo, ingresos y patrimonio.

Venezuela lideró la movilidad social en América Latina con la redistribución de la renta petrolera, que se materializó en inversión de infraestructura social, permitiendo disponer del sistema público de salud y educación de calidad.

La producción petrolera dinamizó el crecimiento económico y el ingreso promedio de la población, medido en términos del PIB per cápita, indicador macroeconómico que mide el ingreso promedio de la población, calculado mediante el cociente entre el Producto Interno Bruto del país y su población del año correspondiente. Esta fue la etapa de la progresiva movilidad social hasta 2014 cuando se produjo la caída de la producción petrolera.

Los costos y sus efectos adversos actuaron en cascada, en la pobreza, desigualdad y la movilidad social. En la movilidad se identifican tres etapas: 1) Ralentización, 2) Interrupción de la dinámica virtuosa de la salida de la pobreza, para dar inicio a la etapa inédita en América Latina y el mundo: 3) Reversión de la movilidad social, donde una proporción importante de la clase media regresó al estrato de la pobreza.

Ejemplos: empleados públicos, profesionales universitarios activos y jubilados, cuya depauperación progresiva los coloca en una nueva categoría de estrato social que podríamos denominar  Pobreza Ampliada, por cuanto su poder adquisitivo real solo alcanza para cubrir la canasta básica de bienes y servicios.

De acuerdo a un estudio sobre los estratos socio-económicos realizado por Datanálisis, identificaron la modificación de la clasificación convencional de los estratos sociales. Esta información, en el presente artículo, fue cruzada con la información de ENCOVI referida a la población por ingresos promedios en la actividad económica, ajustada a quintiles, desde los más bajos ingresos a los más altos.

El resultado es una amplia diferencia, inversamente proporcional y progresiva entre la población mas pobre y sus ingresos. El riesgo de la consolidación de la desigualdad y la reversión de la movilidad social, es que la disminución de la clase media se convierta en un cambio estructural. En tal sentido, es muy importante considerar que en el estrato de la clase media se ha registrado una alta participación de la emigración.

Por tanto, se puede inferir que el modelo de crecimiento económico y su redistribución del ingreso es de desigualdad, de exclusión donde cualquier crecimiento de la economía responderá a ese diseño. Entre 2006 y 2015 hubo elasticidad entre el índice de Gini y la variación de los ingresos en términos del PIB, es decir, capacidad de respuesta del índice ante los cambios en el PIB per cápita. Fue el periodo de disminución de la desigualdad por el crecimiento del PIB per cápita. A partir de 2016, cuando se agudiza la contracción económica, inicia la inelasticidad.

La brecha entre el PIB per cápita y el índice de Gini que se incrementa a partir de 2018, proyecta la necesidad de que el PIB tenga que crecer a tasas muy altas y sostenidas por varios años para reducir la desigualdad. Sin embargo, hay dos restricciones.

1) Requerirá una producción petrolera mínima de 2 millones de b/d para colocar el índice de Gini y el PIB per cápita  a su relación de 2015. 2) De política económica. Es decir que, aunque se pudiera elevar la producción petrolera, no garantiza la redistribución progresiva de los ingresos con el modelo descrito de desigualdad.

La literatura económica es amplia en el tema de los modelos de crecimiento económico con equidad. La movilidad social permite la inclusión y formación del capital social como recurso efectivo del mercado, en la oferta y la demanda, factores determinantes en el desarrollo de los países. El crecimiento económico, alto y sostenido es fundamental para la efectiva reducción de la pobreza, desigualdad y rescatar la dinámica de la movilidad social.

Bibliografía consultada

Banco Central de Venezuela (BCV)

CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, La Movilidad Social en A.L.

Centro de Divulgación del Conocimiento Económico (CEDICE).

Datanálisis, Informes mensuales.

Encuesta Encovi 2020-2022, realizada por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).

Instituto Nacional de Estadísticas (INE)

Observatorio Venezolano de Finanzas, Informes mensuales.

Publicaciones de la Comisión Económica para AméricaLatina (CEPAL) CEPALSTAT, Bases de Datos y Publicaciones Estadísticas.

Sobre el autor: Economista egresado de la Universidad Central de Venezuela con una especialización en Planificación y Política Económica del Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social (ILPES).