Imagen: Sooluciona
Por: María Eugenia García y Jesús Martínez
Caracas, 10 de agosto de 2020
Producto de un dilatado proceso hiperinflacionario que desde el año 2017 ha venido destruyendo el poder de compra del bolívar, moneda oficial de Venezuela, hoy se vive en el país lo que se ha denominado como una dolarización de facto de la economía. En este sentido, tanto consumidores como productores se han refugiado en el dólar estadounidense para realizar sus transacciones porque la moneda local lamentablemente no genera confianza en los agentes económicos. Sin embargo, la moneda oficial sigue siendo el bolívar, como incluso se encuentra establecido en la Constitución. Así las cosas, el panorama se hace complejo debido a que en ocasiones se transa directamente en divisas o bien se indexa al dólar en moneda nacional, lo cual no ha evitado que los precios igual suban, aunque ahora en dólares. Esto ha creado un fenómeno que muchos definen como una nueva inflación, una “inflación en dólares”.
En primer lugar, es importante mencionar qué es la inflación. Esta puede ser definida como la variación en el nivel de precios de una canasta de productos en un período determinado. Considerando que cada país tiene su moneda de curso legal, la variación en los precios toma como referencia la variación de dicha moneda. Ahora bien, sabiendo que la moneda oficial en Venezuela es el bolívar, y el país tiene autonomía sobre su política monetaria, solo puede hablarse de la inflación del bolívar, puesto que los precios aumentan o disminuyen en esta moneda. Una vez comprendido esto, se habla de “inflación en dólares” únicamente en países donde el dólar americano es la moneda oficial, como es el caso de Estados Unidos, Panamá, El Salvador o Ecuador.
Las razones por las que varía la inflación pueden ser muy diversas, pero la más común es por variaciones en la base monetaria producto de políticas expansivas o contractivas del Banco Central. Para el caso de Venezuela, el ente encargado de emitir monedas y billetes es el Banco Central de Venezuela (BCV) y lo hace emitiendo bolívares. Es al Sistema de Reserva Federal de los Estados Unidos al que le corresponde emitir los dólares americanos. En tal sentido, la inflación en dólares se genera en la medida que incrementa la oferta de dólares en poder del público. Tal como se puede observar en la gráfica siguiente, la inflación estadounidense, calculada en dólares, se ha desacelerado al punto de hacerse negativa de marzo a mayo (deflación).

Entonces, ¿de dónde surge la «mal llamada» inflación en dólares en Venezuela? Un ejemplo sencillo puede guiar al lector en esta tarea: Imagine que el precio del dólar está hoy 10 de agosto de 2020 en 280.000 Bs y usted compra un chocolate mediano que está precisamente en 280.000 Bs. Así las cosas, usted razonablemente puede afirmar que dicho chocolate le cuesta 1$ (y de hecho con el proceso de dolarización del país podría usted pagarlo en bolívares o en dólares). A usted le gustan mucho las barras de chocolate, así que suponga que usted va a la misma tienda a la semana siguiente con un dólar en la mano. Se le informa que la inflación semanal en el país ha sido de 20% y la variación del tipo de cambio fue de tan solo 8%. Por lo tanto, al llegar se encuentra con que el mismo chocolate ahora le cuesta 336.000 Bs (aumentó 20%), sin embargo el dólar ahora está en 302.400 (varió 8%). Hace una cuenta simple y se da cuenta que el chocolate que la semana pasada estaba en 1$ ahora le cuesta 1,11$ y no podrá comprarlo. Es decir, la “inflación en dólares” fue de un 11% y usted perdió poder adquisitivo.
Aunque actualmente está muy en boga hablar de que la inflación en dólares es lo que está detrás de la pérdida de poder adquisitivo de la divisa estadounidense cuando esta se destina a comprar bienes en el mercado venezolano, es importante resaltar que esto no es correcto desde el análisis económico. En realidad, se están confundiendo conceptos, puesto que lo que está detrás del encarecimiento de la vida en dólares es, en realidad, el rezago del alza del tipo de cambio respecto al aumento de precios. En consecuencia, tal como se ilustró en el ejemplo anterior, se requieren más dólares para mantener el poder adquisitivo de un periodo anterior. Esta asimetría entre inflación y tipo de cambio hace que al 17 de agosto de 2020 -asumiendo una semana a partir de hoy- se requieran $1,11 para comprar lo mismo que adquiría $1 el 10 de agosto, lo que equivale a una caída del 9,90% en el poder de compra del dólar.
Lo recién apuntado puede ser observado en la gráfica siguiente. En la misma se visualiza que aquellas áreas en las cuales la inflación se encuentra por encima de la variación en el tipo de cambio originan la “inflación en dólares” explicada previamente. Por otro lado, aquellas áreas que se forman a partir de una tasa de inflación menor a la tasa de cambio, usualmente no generan decrementos en los precios. Esto solo refleja que más que un concepto económico, estamos frente a una distorsión más surgida dentro del caótico panorama económico venezolano.

En conclusión, no es correcto utilizar el término inflación en dólares, esa expresión corresponde únicamente a países cuya moneda legal es el dólar americano. La expresión correcta para el caso venezolano es hablar de inflación en bolívares o inflación del bolívar indexado al dólar, a pesar de que buena parte de las transacciones que se realizan hoy se efectúan en dólares y la explicación de este fenómeno ocurre porque el crecimiento de la tasa de inflación supera al crecimiento de la variación del tipo de cambio. Es decir, se necesitan ahora más dólares para comprar un bien o servicio que antes podía ser pagado con menos divisas debido a que su precio en bolívares ha aumentado.
Referencias consultadas:
Sevilla, A. (2020). Causas de la inflación. Recuperado de https://economipedia.com/definiciones/causas-de-la-inflacion.html
Banco Central de Venezuela. (2020). Estadísticas: Precios. http://www.bcv.org.ve/estadisticas/consumidor
U.S. Bureau of Labor Statistics. (2020). Consumer Price Index. Recuperado de: https://www.bls.gov./cpi/

